No hay día más perdido que aquél en el que no hemos reído.

Cuantas veces juzgamos de inserio o de mamador de gallo a alguien que nos hace reir, a alguien que siempre tiene un motivo para robarnos una sonrisa, e ignoramos que para lograr esto hay que tener un nivel de inteligencia superior, un talento innato, un don de Dios que le permite transmitir alegría a través del humor.

Gánate la sonrisa de alguien y veras como se ilumina el momento, momentos que se convierten en diario vivir, vivir de forma amena y agradable, vida que es la bendición de Dios.


Mis aprecios.


Jhonny Pertuz B.